“LA
TAREA DE DIOS”
QUIERE
QUE TE ACERQUES A EL…
Escribe:
Pdta. Aldo Miguel A. Quaglini Echalar
Esta
Historia está en: http://aldoquaglinijr.blogspot.com
UNA PEQUEÑA LUZ…ES LA DIFERENCIA
Un día del
que menos me imaginaba en mi vida, fue una amiga a buscarme a mi casa, hizo
todo lo posible, para que me trasladara con sus amigos a un lugar lejano de la ciudad, en ese momento
alguien muy cercano a mí, me dijo: “tengo
un mal presentimiento, no salgas, no vayas…”.
Como, todo
joven, que se niega a decir NO, me vi presionado por la influencia de los
amigos, los mismos que entre comillas, me dijeron que era un cobarde, un tipo
falto de pantalones y mi orgullo no pudo aguantar tal presión, tales insultos,
que solo salen porque uno no es solvente con su personalidad, porque uno no
puede decir NO.
Pues, nos
trasladamos a un lugar, en el cual estábamos alejados por casi 25 kilómetros de
la ciudad, población en la que se pusieron a consumir bebidas alcohólicas,
tomaron unas 2 a 3 horas, quisieron invitarme, intentaron hacerme tomar, pero tenía
en mi corazón un sentimiento raro, como nunca había percibido antes.
Algo,
rondaba en mi alma, no me permitía aceptar una sola bebida, la que me dieron lo
derrame al lado de un árbol, muy discretamente, hecho que me molestaba en el
alma, en el corazón, era algo que jamás había sentido, una especie de ansiedad,
que pronosticaba que algo malo iba a pasar; en un momento muy tranquilo, empecé
a sentir que recorría mi vida, no podía explicarlo.
Sentía que recorría,
todos los lugares que conocía, donde estuve en el pasado, en las casas de mis
amigos, en las casas de aquellas personas que tuvieron algo conmigo, en los
lugares donde viví, sentía que volvía a todos los lugares donde viaje, me hizo
sentir muy raro; estaba confundido porque ahora entiendo que tenía un don dado
por dios, desde muy pequeño he sido testigo de hechos que pasaron muchos años después,
algo estaba por pasar, me puse nervioso,
estaba muy perturbado; mientras la muchacha andaba quejándose de las acciones
del que era en ese momento su pareja, amigo mío lamentablemente, persona que
era casi un hermano para mí.
Me aparte,
unas cuantos minutos porque veía el lugar, era una represa, que se advertía muy
bien, pero mi corazón profetizaba algo, sentía como si ese lugar fuera el
paraíso, estaba solo sentado en un árbol, pasaron las horas, todos ya estaban
muy bebidos.
El dueño del
auto, hermano de mi amiga, embarranca el auto, lo choca, lo lastima,
prácticamente lo mete a un lugar donde se daña, no podía salir, hace muchos
esfuerzos, varios intentos, dobla la dirección al sacar el auto del lugar, otro
de los que se encontraba, saca el auto tratando de resolver ese problema, algo
que lamentablemente daña la movilidad.
Todos, me
convencen de manejar dicho auto, ya que era el único que no consumió bebidas
alcohólicas, claro la ovación era increíble, si tu estas bien, no tomaste, llévanos
a casa, las bebidas estaban tiradas en la cabina y en la parte trasera de la
camioneta, todos se suben, me dejan solo y me dejan el asiento del conductor,
fue la primera vez que sentí mucho miedo al tomar el volante.
Empiezo a
manejar, conduzco rápidamente, porque la noche ya llegaba, hasta que sucedió
algo que he dejado que muchas personas puedan hacerme entender:
·
Voy
bajando por una curva en la que se acerca la ciudad, 3 autos estaban delante
mío, hecho que demuestra que no estaba a una alta velocidad.
·
Pero
sorprendentemente, suena algo en la movilidad, se tranca el volante, no podía
hacer nada, absolutamente nada, intento doblar el volante y veo que los autos
que están delante se hacen a un costado, por las insistentes tocadas de la bocina, que daba por la desesperación
de no poder controlar el vehículo.
·
El
auto se desliza velozmente de manera recta, el freno no respondía, el freno de
mano solo hacía que el auto suene, como si se estuviera partiendo…ese es el
momento en el que aparece una flota delante del auto, al frente, en el carril
contrario, gracias a Dios.
·
Porque
si no aparecía la flota, era la peña, la que nos hubiera servido como freno y supongo que todos hoy
estuviéramos muertos.
Pero es ahí,
donde sucedió, algo increíble:
Sé que
muchos de nosotros, creemos en que existe algo supremo, que si existe esa
chispa suprema, que nos ha creado, hablo del ser supremo DIOS.
Pues; para
mí, fue un momento muy especial. Porque de repente me di cuenta que había
muerto; si… al ver la flota como un colchón sabía que ya estaba muerto.
Antes de
tocar siquiera la flota, mi alma salió del auto, vio el accidente, vio como
sucedió todo. Advertí que la camioneta estaba rumbo a la flota todo sonaba como
si el auto estaría destruyéndose, como
en una película increíble de Hollywood, veía todo en cámara lenta.
Es ahí donde
veo la cara del conductor de la flota, hace a un lado la movilidad, pone a un
costado la flota y la camioneta se estrella justo en la llanta izquierda, pero
es ahí donde veo que el único desastre, el único afectado, era el conductor, es
la parte donde está el conductor y me veía desde fuera, advertí como moría y
los otros se salvaban.
Ósea, veo
como muero, apretado por el impacto del choque; el vidrio destruye, mi codo, la
sangre empieza a brotar, me veo cerrando los ojos, simplemente dando mi último suspiro.
Es ahí donde repentinamente, empiezo a dejar mi ser, me empiezo a alejar del
lugar del accidente como si volara, veo todo el camino, pero es ahí donde veo
en unos simples segundos, pasar mi vida entera, como si fuera una película, como
cuando el decepticon, le muestra el pasado a los autobots; me sigo alejando,
veo la ciudad, las montañas, veo las cordilleras, veo el continente, veo los
mares, veo todos los continentes girando, veo el mundo.
Empiezo a
sentir, que me alejo, el planeta, los planetas, la vía láctea, es donde sentí
unas luces, impresionantes, de color blanco, pero también sentí claramente la
compañía de dos personas muy queridas en mi vida, de alguna forma pude pensar
interiormente que eran mi abuelo y una tía abuela que me acompañaban, pero seguíamos
un camino muy largo, que se volvía increíblemente blanco, por el color brilloso que me sofocaba.
Pero, es ahí
donde vi una persona vestida de color blanco no sé porque, sentía que no podía
ver su rostro, me sentía avergonzado, me sentía mal, había decepcionado a
alguien, ya que yo y los que me acompañaban teníamos la cabeza agachada, hasta
que de repente, advertí el rostro.
Para mí era
sin duda, Jesucristo, vestido completamente de blanco, me extraño que me viera
a los ojos, aquellos que jamás olvidare, esos que brillaban como un sol, que
segaban mi vista, los mismos que empezaron a derramar lágrimas, que eran de
sangre, me sentí acongojado, me sentí preocupado, sentí un peso en mi espalda, Me
sentí mal, parecía ser un mensaje, levanto su mano y me señalo que no era
todavía el momento.
Su mano,
decía NO, la movía de izquierda a derecha, su dedo, índice hablaba por sí solo,
hasta que lo bajo de nuevo, como si señalaría a la tierra y es ahí donde recibí
una encomienda, un encargo que hasta hace unos meses recién comprendí.
Volví a
caer, pero mucho más rápido, ahí estaba acompañado de dos ángeles, que cuidaban
mi retorno, volvía, veía de nuevo los planetas, la luna, la tierra, los continentes,
los mares, el continente americano, las cordilleras, la carretera, el lugar
donde sucedía el accidente, veía de
nuevo el accidente solo que en ese momento advierto que los ángeles me ayudan a
no morir, uno de ellos cubre mi cuerpo y me ayuda a salir del auto, el vidrio
daña mi codo, está abierto todo, se ve mis huesos, pero mi cuerpo, no muere,
vive de nuevo.
Es en ese
preciso momento, que me doy cuenta que tengo muchas más ganas de vivir, aunque
en realidad sufrí una fractura en mi pierna izquierda, muchas personas me
ayudaron, mucha gente creyó que estaba en estado de ebriedad, que fue algo que
me lo merecía, por estar con amigos bebiendo.
Cuando la
realidad era otra totalmente diferente, una realidad que intente contar a
muchas personas, sabía que la maldad en la tierra, reinaba y que la bondad
estaba acabada. Mucha gente me escucho, los creyentes no sabían explicarme que
era lo que sucedió, los cristianos me dijeron que esta era la prueba que tenia
para darme cuenta que tenía una verdadera tarea en este mundo.
Algunos se
atrevieron a decir que estaba equivocado y que había visto a la virgen maría,
hecho que en muchas oportunidades, me confundió; lo que hizo que por muchos
años en mi vida, caminara por los lugares más oscuros de la vida, sabes creo
que es bueno saber que existe el mal, para saber completamente que somos hijos
de Dios.
Es bueno
saber, que algunos disque amigos, te quieren, te extrañan solo cuando tienes
dinero, solo cuando les invitas unas cuantas botellas, así eres el mejor tipo del
mundo, cuando en realidad, en una chupa solo logras, peleas, conductas malas,
engañas a tu esposa, a tu pareja, porque si no lo haces eres menos que hombre,
hecho que demuestra en realidad, que los que te rodean no son realmente tus
amigos.
Existen muchas
pruebas en la vida, para saber que hay mujeres, que te llevan por los malos
deseos, no solo por tener relaciones con ellas, sino que quieren verte, estar
contigo solo en el momento de éxito, pero cuando tienes un problema, te dejan,
demostrando que esas son las piedras en el camino que uno debe saber pasar.
El supuesto
éxito, la felicidad, se traduce en el dinero, el demonio más grande del
planeta, aquel que nos discrimina, aquel que nos vuelve diferentes, aquel que
hace que nos peleemos entre padres e hijos, entre hermanos, entre parientes,
entre amigos, aquel que solo genera la discordia, es obra del que quiere que
este nos domine, que ordene nuestras vidas, desconociendo que también es el
nuevo dios del mal.
Más de 19
años después, de aquel hermoso episodio de mi vida, comprendí que todo lo que
había pasado serbia, para darme cuenta que existe un Dios, aquel que nos ama,
aquel que sacrifico a su hijo en la cruz, para derramar su sangre para el
perdón de nuestros pecados, aquel que ahora nos ata a su cruz.
Sabes no
comprendía, que es bueno conocer el mal, para saber que si existe la luz blanca
de Dios, por eso ahora te digo, que aunque haya tardado mucho en mi vida, me di
cuenta que si existe un dios, aquel que está esperando que nos reunamos…”Santiago 5 – 15: y la oración de fé
salvara al enfermo y el señor lo levantara; y si hubiera cometido pecados, le
serán perdonados.”
AMÉN…
Hoy, en una sala de un
hospital, tengo el valor de decir: “Este mundo está lleno de maldades, de cosas
que aparentar ser la felicidad, que aparentan que te harán lograr ser alguien
en la vida,…pero: mi corazón hoy puede sentir tu presencia, hoy puedo sentir tu
majestad, porque sé que estas aquí; mi corazón puede mirar tu hermosura, puedo
sentir tu gran amor…tu estas aquí…bendito señor…creo en ti señor, creo en ti
jesus…tu estas aquí, en mi corazón señor.
A.Q.E. – 001/2013 – HISTORIAS
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